Hoy es 14 DE DICIEMBRE DE 2025. Hay días en los que todo parece nublado, como si el camino se desdibujara delante de mí. En esos momentos, la esperanza se convierte en ese punto fijo al que agarrarme cuando el resto tambalea. No elimina la tormenta, pero me permite seguir caminando sin perderme del todo. Es una luz pequeña, a veces frágil, pero suficiente para no detenerme.
Mantener la esperanza encendida requiere intención. No siempre nace sola; muchas veces tengo que cuidarla, protegerla y recordarme por qué empecé. Cuando lo hago, descubro que avanzar no siempre es correr, sino resistir con dignidad, confiando en que incluso los días más oscuros terminan abriendo paso a algo mejor.
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