Hoy es 28 DE MAYO DE 2025. En un mundo cada vez más centrado en lo individual, ser generoso es un acto revolucionario. Dar sin esperar nada a cambio, ofrecer tiempo a quien lo necesita, compartir incluso cuando uno siente que no tiene tanto… esas acciones, aunque pequeñas, son las que sostienen los vínculos que nos hacen más humanos. Yo lo he comprobado: cada vez que he ofrecido algo sin cálculo, la vida me ha respondido con una forma de belleza inesperada.
La generosidad no solo transforma al otro; me transforma a mí. Me aleja del ego, de esa voz que a veces susurra que no es momento, que no tengo suficiente, que debo guardarlo todo. Cuando me libero de eso y doy, me reconecto con mi esencia, con esa parte mía que solo se activa cuando me veo en los ojos del otro. Y es ahí cuando el universo, con su lógica tan distinta, me devuelve el doble.
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