Hoy es 04 DE OCTUBRE DE 2025. A veces, cuando todo parece perder su rumbo, solo queda una chispa diminuta que se niega a apagarse: la esperanza. Esa pequeña luz, que apenas titila cuando la vida sopla con fuerza, es la que me mantiene en pie. Me recuerda que incluso en los momentos más grises hay algo que vale la pena esperar, una razón para seguir, aunque no vea todavía el horizonte claro.
He comprendido que la esperanza no es una ilusión vacía, sino una elección diaria. Elegir creer en lo que no se ve, confiar en lo que aún no llega y sostener el alma mientras todo alrededor parece tambalearse. Es una disciplina del corazón, una forma de resistencia silenciosa que me enseña que la oscuridad también puede ser un escenario de crecimiento.
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