Hoy es 18 DE MAYO DE 2025. He pasado muchos días buscando momentos extraordinarios, creyendo que ahí estaba la verdadera felicidad. Pero últimamente descubro que lo que más me llena es un café caliente en silencio, una charla sincera, una canción que me acaricia el alma. La alegría no siempre grita, a veces susurra… y sólo si estoy atento puedo escucharla.
Vivir con los ojos abiertos a lo cotidiano cambia mi forma de estar en el mundo. No necesito tenerlo todo para sentir que tengo suficiente. Es una lección de humildad y de presencia: agradecer el día tal como viene, sin pedirle más. Así, poco a poco, mi vida se vuelve más plena, más mía.
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