Hoy es 25 DE MAYO DE 2025. Hay días en los que todo parece desvanecerse, en los que los sueños pesan más que la realidad. Pero en el fondo, muy dentro de mí, sé que esa chispa llamada esperanza sigue latiendo, aunque sea apenas una brasa. Me aferro a ella cuando todo lo demás se desmorona. Porque sé que, si no la dejo morir, ella será la que me guíe de regreso a mí mismo.
La esperanza no es ingenua, no es un deseo vacío. Es una decisión diaria, una elección que hago incluso cuando tengo miedo. Es cerrar los ojos y volver a visualizar eso que anhelo, aunque todavía esté lejos. Es confiar en que este camino tiene sentido, aunque aún no vea del todo el mapa.
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