Hoy es 03 DE OCTUBRE DE 2025. A veces me descubro intentando controlar cada paso que doy, como si pudiera prever la música que sonará después. Pero la vida me recuerda que no soy el director de la orquesta, sino alguien que baila en medio de melodías inesperadas. Al soltar esa rigidez, encuentro la libertad de moverme sin miedo, disfrutando del instante y de la magia que trae lo desconocido.
Aprender a fluir no significa perder el rumbo, sino confiar en que cada compás me llevará hacia donde debo estar. Hay días que la música es suave y tranquila, y otros en los que el ritmo es frenético; en ambos casos, la elección es mía: puedo resistirme o dejarme llevar. La vida se vuelve más ligera cuando decido disfrutar del baile.
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