La voy a liar con el pensamiento 10: el daño de las redes sociales. Me he hartado, sí, me he hartado y mucho. ¿Por qué he sobrepasado mis límites? Por el daño que las redes sociales están haciendo a esta sociedad. Y sí, sé que es irónico que una persona que trabaja con las plataformas, diga esto, máxime cuando son mi pasión.
DESDE LA RAIZ
Voy a comenzar desde la raíz. Desde los años 80 ya comenzaron las redes sociales, siendo una de las primeras el famoso IRC (Internet Relay Chat). Aunque no es una red social en el sentido moderno, fue una de las primeras plataformas que facilitó la comunicación en grupo y las interacciones en tiempo real entre personas de todo el mundo. Permitió la creación de comunidades basadas en intereses comunes y fomentó la cultura de las charlas en línea
No era como las redes que conocemos hoy en día, pero permitía conocer gente a través de internet, incluso de otros países, algo que hasta el momento era complicado. Lo curioso y lo que más hecho de menos, es que existía un respeto en esas redes, que ahora se ha perdido por completo. Entrábamos en una sala y saludábamos, preguntábamos hasta por la familia, nos contábamos el día y hasta nos preocupábamos si alguien no se conectaba con cierta regularidad.
Sí, ya se que estás pensando: «Pero también había hate» y os puedo decir que no, no existía ese acoso. ¿Qué ha habido piques entre gente? Por supuesto, pero los administradores enseguida ponían fin a esas cosas y entre los involucrados se arreglaban rápidamente. Todo se hacía en post de la buena convivencia de la comunidad y no se permitía el acoso.
LA EDUCACIÓN VIENE DE…
Con la proliferación de internet en los hogares.se extendió también el uso de las redes sociales, cada año que pasaba había mas usuarios en ellas. El problema no era ese, el verdadero problema es que las generaciones «adultas» no tenían conocimientos tecnológicos y tampoco tenían tiempos de aprender con sus trabajos y sus labores de padres. ¡¡Ojo, que no le cargo con la culpa por su desconocimiento tecnológico!! Pero si que digo que dada esa circunstancia, los hijos comenzaron a hacer lo que ellos querían, y todos conocemos la frase de «Es que tú no sabes de esto», ¿verdad?
Pero lo peor de esos niños, es que se convirtieron en padres y trasmitieron esos fallos a sus hijos, convirtiéndolos en «algo habitual» y » que todo el mundo hace». Eso sí que fue un gran error, porque si además le añadimos el famoso: «A mis hijos les daré lo que yo nunca pude tener», ya tenemos el trio de perfecto: niños malcriados, defunción del respeto y el crecimiento del acoso (perdón, para los jóvenes… hablo del Bullying).
Seguramente estés pensando que no esas no son las razones, pero de alguien que se dedica a las webs y redes sociales… creedme que he vivido como se ha ido denigrando esta sociedad. Comenzamos por algo tan simple como la educación en el saludo, continuamos con las faltas de respeto a los mayores y a las autoridades. Luego ya denigraron el lenguaje, primero con la @, luego con la X, y ahora con la e. Pero lo último ha sido segregarnos a través de las etiquetas y crear guetos de etiquetados, ¿esto no os recuerda a algo?
ME PONGO JODIDAMENTE SERIO
Las redes sociales han cambiado muchísimo cómo nos comunicamos e interactuamos, pero también han traído varios problemas. Uno de los más grandes es el impacto en la salud mental. Ver constantemente las vidas perfectas y los logros de los demás puede hacer que nos sintamos inferiores, ansiosos y deprimidos. Especialmente los jóvenes tienden a compararse con esas versiones editadas y filtradas de la realidad, lo que puede bajar la autoestima y distorsionar la percepción de cómo es la vida realmente.
Otro problema es la adicción a las redes sociales. Estas plataformas están diseñadas para enganchar y mantener a los usuarios conectados el mayor tiempo posible, usando algoritmos que juegan con los mecanismos de recompensa de nuestro cerebro. Esta adicción puede llevar a la pérdida de productividad, problemas en las relaciones personales y dificultades para dormir. La necesidad constante de estar pendientes de las notificaciones y de lo que pasa en el mundo virtual puede interferir con la capacidad de concentrarse y disfrutar de actividades en el mundo real.
Finalmente, las redes sociales han hecho que la desinformación y el contenido dañino se difundan a gran velocidad. Las noticias falsas, las teorías de conspiración y los discursos de odio se propagan fácilmente, influyendo en las opiniones y comportamientos de la gente. Esta desinformación puede afectar la salud pública, la política y la cohesión social, creando divisiones y conflictos. Además, el anonimato en línea puede fomentar el acoso y el ciberbullying, causando daño emocional y psicológico a las víctimas.
Y SIGO SERIO…
Las generaciones que vivieron los primeros días de internet en los años 80 y 90 tienen una responsabilidad importante con los jóvenes de hoy en día en las redes sociales. Ellos fueron los pioneros que exploraron este nuevo mundo digital, enfrentándose a sus propios retos y aprendizajes. Ahora, con su experiencia, pueden guiar a los más jóvenes para que naveguen por este vasto espacio de manera más segura y consciente. Pueden enseñarles sobre los peligros de compartir información personal, la importancia de cuestionar la veracidad de lo que ven en línea y cómo proteger su privacidad.
Además, las generaciones más veteranas pueden ayudar a los jóvenes a desarrollar un uso equilibrado de las redes sociales. Ellos han visto cómo la tecnología ha evolucionado y cómo puede afectar la vida diaria. Compartiendo sus experiencias, pueden aconsejar sobre la importancia de desconectarse, valorar las interacciones cara a cara y cultivar hobbies fuera del mundo digital. Esta orientación es clave para que los jóvenes no caigan en la trampa de la adicción y aprendan a usar las redes de manera saludable y responsable.
Así que os pido por favor, entre todos creemos una sociedad virtual respetuosa, educada, poniendo reglas y haciéndolas cumplir. Evitemos acosos, trifulcas, daños, etc. a los más jóvenes y eduquemos entre todos a las próximas generaciones
Espero que si un día te cruzas con este post, te sirva para pensar que haces con tu vida, que deseas, que necesitas y, por supuesto, te deseo que seas un pensador de libre pensamiento. Gracias por venir a la locura de mis pensamientos.
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Estas son las reflexiones de un vasco que a lo largo de su vida se han ido almacenando en su cabeza.