Vuelvo con un artículo difícil para escribir, pero más para quien lo lea, y es que en las Reflexiones 9: La importancia de las opiniones, se tratará algo que todo ser humano ha sufrido alguna vez en su vida. Voy a tratar el tema de las opiniones, un tema que opino que la gente opina sin saber porque opina.
Si nos remitimos a la definición que la Real Academia Española (RAE) nos proporciona, serían las dos siguientes: 1.- Juicio o valoración que se forma una persona respecto de algo o de alguien. 2.- Fama o concepto en que se tiene a alguien o algo.
Veamos unos aspectos
Todos sabemos que las opiniones juegan un papel fundamental en nuestras vidas, porque no solo moldean nuestras perspectivas y decisiones, sino que también pueden influenciar en el modo en que interactuamos con los demás. Así que me gustaría valorar cómo afectan en diversos aspectos en la trayectoria de nuestras vidas.
1. Formación de Identidad
Desde que somos bien jóvenes, las opiniones que recibimos comienzan a dar forma a nuestra identidad. Siempre tomamos en cuenta las opiniones que vienen de la familia, amistades y círculos cercanos, y eso hace que adoptemos unas creencias y valores. Esas opiniones nos puede ayudar a definirnos como personas y como nos posicionamos en el mundo. Sin embargo, con el paso del tiempo, es prioritario que nos cuestionemos todas esas opiniones para poder crecer como personas y desarrollar una identidad auténtica y propia.
2. Toma de Decisiones
Voy a meterme en un berenjenal: las opiniones y las tomas de decisiones. Ambas ligadas de las mano pues cada decisión que tomamos se basa en opiniones (propias o ajenas) y esto puede llevar a que tomemos buenas o malas decisiones. Cada opinión que recibamos, ya sea interna o externa, nos proporcionan una base sobre la cual podemos sopesar las distintas opciones, pero también debemos valorar las posibles consecuencias. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no podemos quedar atrapados en un único punto de vista y que debemos abrirnos a diferentes perspectivas o, lo que es lo mismo: No creer a pies juntillas.
3. Interacción Social
En cuanto al tema social, aquí entramos en un terreno peligroso. Ya sabemos que tenemos “Libertad de expresión”, pero hay que tener mucho cuidado con las opiniones que damos o recibimos. Si bien nos permiten crear unas conversaciones con otras personas, en las cuales podemos aprender y crecer, cabe recordar que no podemos cruzar la línea de la falta de respeto. También tengo que decir eso de “respeta las opiniones”, pero también debemos hacer respetar las nuestras, pues si las opiniones están dentro del respeto no hay quien pueda invalidarlas.
4. Influencia y Liderazgo
Las opiniones y el liderazgo puede ir de la mano, y si metemos a los influencers, pues tenemos algo a tener en cuenta. Pero, aquí voy a abrir un melón (o más bien una sandía), el hecho de que una persona sea (o se crea) influencer, ya se cree con derecho a vomitar opiniones sin pensar en las consecuencias de sus actos. Un líder o una persona influyente, siempre debe tener en cuenta que las opiniones que pueda dar, deben fomentar un impacto positivo, inspirar confianza y lealtad, pero también deben valorar las opiniones de los demás. No sirve eso de “como tengo miles o millones de seguidores, me da pie a dar mi opinión y todos deben callar”. Por mi parte, espero que sepáis que se debe poner freno a la verborrea falsa de estos personajes.
5. Autoconocimiento y Reflexión
Y por último, siempre es necesario que reflexionemos durante nuestras propias opiniones. Debemos saber si se alinean con nuestros valores y con nuestras experiencias vividas. Sí, debemos hacer este ejercicio de autoconocimiento, ya que es vital para nuestro crecimiento personal. Pero no solo debemos hacer eso, en esas opiniones, entra la autocrítica, y eso es algo que pocas veces hacemos.
Guárdate tu opinión
Una opinión puede ser tanto solicitada como ofrecida libremente. La forma en que se presenta depende mucho del contexto y las normas sociales o culturales del entorno en que se produce. Ahora veamos las dos partes de una opinión:
Opinión Solicitada: En muchos casos, se pide explícitamente la opinión de alguien. Esto sucede en situaciones formales, como encuestas, consultas profesionales, o cuando se solicita consejo. La petición de una opinión debería reflejar una valoración de la perspectiva y experiencia del consultado. En este caso, el respeto hacia la opinión siempre ha de estar presente, no importa si es o no de tu agrado, ya que te has arriesgado al solicitarla.
Opinión Libremente Ofrecida: Las opiniones también pueden ser compartidas sin haber sido solicitadas. Esto es común en conversaciones cotidianas, debates públicos, redes sociales, y medios de comunicación. La libertad de expresión permite que las personas compartan sus pensamientos y valoraciones sobre diversos temas en diferentes plataformas y contextos. Si bien existe esa libertad de expresión, debemos tener en cuenta que no se puede faltar el respeto y al igual que se da la opinión de forma libre, también se debe aceptar la crítica a dicha opinión.
En ambos casos, la cortesía y el respeto por las opiniones ajenas son esenciales para mantener un diálogo constructivo y enriquecedor. Y aquí entra el punto más importante: Si no conoces a la persona, no puedes ni debes dar tu opinión, solamente por la falsa creencia de que la Libertad de expresión te permite hacerlo, ya que puedes incurrir en algo más grave como delitos de odio u otros delitos. Aquí aplicaría de “Si no tienes nada bueno que decir, guárdate tu opinión donde te quepa, porque nadie te la ha pedido”.
REFLEXIONANDO
Ahora viene la motivación de la reflexión: Mi vida es mía, y solamente permito a unas pocas personas que puedan opinar sobre ella. El hecho de que yo esté en redes sociales con diferentes proyectos, no le da a nadie la potestad de creerse que puedan opinar, máxime cuando ni siquiera le he pedido una opinión. Por otro lado (y hablando el lenguaje de las 3 C), me la suda mucho lo que cualquier personaje/a pueda opinar sobre como trabajo, vivo o, incluso, follo (es que decir vida sentimental queda muy “fisno”, jajaja). Y lo digo así de claro, porque hasta me han sacado hijos (sin haberla metido).
Reflexionar sobre todo esto y dejad en los comentarios, si alguien lo lee, si alguna vez os habéis sentido condicionados por las opiniones de los demás.
Un fuerte abrazo de un vasco que ha reflexionado.
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BIENVENIDO A LA PORTADA DE UNA LOCURA REFLEXIVA.
Estas son las reflexiones de un vasco que a lo largo de su vida se han ido almacenando en su cabeza.