Hoy es 30 DE OCTUBRE DE 2025. A veces olvido que no siempre se trata de tener razón, sino de entender. Cuando practico la compasión, dejo de mirar el mundo desde mi herida y empiezo a verlo desde la empatía. Comprender a alguien no significa justificarlo, sino abrir un espacio en el corazón donde el juicio deja de tener cabida. Esa apertura, ese silencio interior, me permite ver con claridad lo que antes se me escapaba.
Escuchar sin prejuicios es un acto de humildad. Es bajar la guardia, renunciar a la necesidad de tener la última palabra y reconocer que cada persona carga su propia historia. La compasión no solo transforma mi forma de mirar, también me libera. Me enseña que no puedo pedir comprensión si no soy capaz de ofrecerla primero.
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