Hoy es 24 DE ENERO DE 2025, el vigesimocuarto día del año. Hoy reflexiono sobre cómo la vida se parece a un río, siempre en movimiento, cambiante, impredecible. A veces sus aguas son calmas y cristalinas; otras, turbulentas y llenas de desafíos. Pero en cada curva, cada remolino, cada caída, hay una lección que aprender. Al resistirnos al cambio, nos estancamos, pero al fluir con la corriente, descubrimos la belleza del viaje.
A lo largo de mi vida, he aprendido que no se trata de controlar la corriente, sino de navegar con ella. Adaptarme a los giros inesperados me ha permitido crecer y encontrar paz incluso en los momentos más difíciles. La clave no es luchar contra lo inevitable, sino abrazarlo, porque en cada cambio hay una oportunidad de renovación.
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