O conmigo, o contra mí, no es tan difícil. ¿Qué ha pasado con el punto intermedio? ¿Dónde quedó el arte del debate y la comprensión mutua? Vivimos en una sociedad obsesionada con las etiquetas. No se puede negar, parece que hay una para cada persona, cada situación y cada pensamiento. Estas etiquetas no solo nos definen, sino que nos dividen en bandos irreconciliables.
La verdad es que estas etiquetas se han infiltrado en todos los aspectos de nuestra vida. Desde el trabajo hasta las reuniones familiares, no hay escape. Nos encontramos en un mundo donde es más fácil clasificar a las personas que tratar de entenderlas. Y lo peor es que parece que nos gusta. Pero, ¿qué estamos sacrificando en el proceso?
Seguir leyendoVisitas: 6