Hoy es 01 DE JUNIO DE 2025. A veces me olvido de reír. Me pierdo en la rutina, en los pensamientos, en los pendientes. Pero cuando algo me hace soltar una carcajada sincera, siento que el cuerpo entero agradece. La risa me recuerda que estoy vivo, que hay belleza en lo cotidiano y que las emociones positivas también necesitan su espacio, incluso cuando el día ha sido gris.
Y no, no hablo de fingir felicidad ni de usar la risa como escudo. Hablo de esa alegría que brota sin aviso, cuando conecto con alguien, cuando recuerdo una anécdota absurda, o simplemente cuando me permito ser ligero. La risa no borra el dolor, pero alivia el alma. Y eso ya es bastante.
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