Hoy es 22 DE AGOSTO DE 2025. Cada día me doy cuenta de que no necesito grandes logros ni escenarios extraordinarios para sentir la verdadera alegría. A veces basta con un café tranquilo en la mañana, una sonrisa compartida o el sonido del viento rozando los árboles. Es en esos momentos donde la vida me habla con más claridad.
La felicidad no está escondida en un futuro lejano, sino en lo que tengo ahora, en lo que me rodea y en lo que puedo agradecer. Si cierro los ojos y respiro hondo, descubro que esos pequeños instantes son semillas que florecen dentro de mí.
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