Hoy es 28 DE JUNIO DE 2025. He aprendido que la generosidad no siempre tiene que ver con lo material. A veces basta con dar tiempo, atención, o una palabra sincera. Compartir lo que soy —lo bueno, lo imperfecto, lo que voy descubriendo— se convierte en una forma de nutrir no solo a los demás, sino también a mí mismo. Nada me conecta más con los otros que esos gestos desinteresados nacidos del corazón.
Cuando me permito ser generoso sin esperar nada a cambio, noto cómo algo dentro de mí se acomoda. Como si el alma recordara su propósito: construir lazos, no muros. Y es curioso cómo, al dar, no me vacío… me lleno. En la entrega hay una paz que el ego jamás comprenderá.
Seguir leyendoVisitas: 5