Voy a poner un poco de polémica con las Reflexiones 2: La Familia
Para empezar, ¿qué es la familia? ¿Quiénes conforman la familia? ¿La familia es de sangre o no tiene por qué serlo? Es un tema polémico, porque siempre se dice que la familia por delante, pero muchas veces es la que más te defrauda, te traiciona y te olvida.
¿EN SERIO ES FAMILIA?
¿Hasta que punto podemos valorar que una persona es de nuestra familia o solo es familiar por sangre? ¿Cuántas veces nos ha decepcionado la familia de sangre? Esas personas que, teniendo ADN consanguíneo, día tras día intentan hundirte para sobre salir ellas. Mientras, por otro lado, nos encontramos con personas que, sin ser consanguíneos, nos apoyan, nos escuchan, nos miman, y hasta nos impulsan para seguir adelante y salir de un agujero.
Si acudimos a la definición de familia nos encontramos con esto:
1.- Grupo de personas formado por una pareja (normalmente unida por lazos legales o religiosos), que convive y tiene un proyecto de vida en común, y sus hijos, cuando los tienen.
2.- Conjunto de ascendientes, descendientes y demás personas relacionadas entre sí por parentesco de sangre o legal.
Pero ¿En serio es familia por el simple hecho de tener esa relación? ¿Cómo se puede confiar en personas que día tras día te decepcionan? Ellos son los que más deberían poder entendernos, en cambio les invade un cúmulo de egos, envidias, venganzas, y otros tantos sentimientos negativos. Ese cúmulo de sentimientos tan rastreros ocasiona unas situaciones nada agradables.
¿AMIGOS QUE SON FAMILIA?
Consideramos a pocos amigos como parte de nuestra familia. Estos son amistades que, día tras día, nos ven caer y levantarnos, por el motivo que sea, pero ahí están. Ya sea por una ruptura, por una decepción, por un daño emocional, ellos están ahí pendiente de darnos un: “Buenos días, ¿Cómo estás?”. Se preocupan de nosotros, en ocasiones por el tiempo que pasamos juntos, en ocasiones porque conectamos rápidamente.
Esos amigos que consideramos familia, nos ofrecen sus hombros en cualquier momento, en ocasiones a horas intempestivas. Ya conocemos esa famosa frase de “Nos tomamos un café (cerveza, helado, etc)”, que da pie a una larga charla en la que una de las partes termina sacando todo lo que lleva dentro de si mismo. Es un terapia gratuita y de mayor confianza, dado que pasamos más tiempo con ellos que con un especialista y tendremos más facilidad para abrirnos.
Ellos saben con un simple “Hola” como nos encontramos, si necesitamos un abrazo, de esos que ablandan hasta el metal más duro. Nos conocen incluso mejor que la propia familia de sangre y por eso los consideramos de nuestra familia. Pero no todos pueden poseer ese status para nosotros, solo son unos pocos los elegidos y de esos pocos, la mitad son los mejores.
REFLEXIONANDO
Ahora viene la motivación de la reflexión: “En todas las casas cuecen habas y en la mía calderada”, y es que no hay ninguna familia en el mundo que no tenga una rencilla entra sus miembros, como tampoco hay nadie que no considere a un amigo como de la familia.
Reflexionar sobre todo esto y dejad en los comentarios, si alguien lo lee, si alguna vez has relfexionado sobre este tema y si has sentido lo mismo que yo.
Un fuerte abrazo de un vasco que ha reflexionado.
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BIENVENIDO A LA PORTADA DE UNA LOCURA REFLEXIVA.
Estas son las reflexiones de un vasco que a lo largo de su vida se han ido almacenando en su cabeza.